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dc.creatorFreyre Bustamante, Maynor
dc.date2014-12-20
dc.date.accessioned2023-08-25T03:03:21Z
dc.date.available2023-08-25T03:03:21Z
dc.identifier10.24039/cv20142239
dc.identifier.issn2311-2212es-ES
dc.identifier.issn2310-4767es-ES
dc.identifier.urihttps://hdl.handle.net/20.500.13084/7376
dc.descriptionEste artículo presenta un panorama algo apretado del desarrollo del cuento en el Perú. De ninguna manera se trata de una visión crítica. Si existen algunas omisiones se deben a la precariedad de la biblioteca del autor, y jamás a cancelaciones de capilla, tan afines a ciertos analistas literarios. Igualmente ha de suceder con algunas nominaciones, tal vez producto de determinada afinidad hacia el narrador. La literatura jamás está exenta de pasiones. Y el cuento ha sido una pasión vívida entre los lectores peruanos del siglo fenecido y que tan bien han testimoniado los cuentistas del Perú del siglo XX. Volteemos la página del almanaque.Tengo entre mis manos la edición Nº 4 de la publicación quincenal ilustrada La Novela Peruana del 2/3/23, donde aparecen dos cuentos largos de Abraham Valdelomar (1888) “El Caballero Carmelo” y “El camino hacia el sol”, con los cuales se inicia prácticamente el camino del cuento peruano no solo del siglo XX, sino que se convierte en el primer hito de este género literario de carácter verdaderamente nacional. No me refiero, por supuesto, a la edición citada; lo que deseo es dejar sentado, desde un principio, que este recuento obedece a un deseo --poco pudoroso-- de exponer mis propias lecturas cuentísticas en público. Fallecido en 1919, a los 31 años de edad, Valdelomar fue indudablemente, reiteramos, el iniciador del cuento moderno en el Perú.Decimos esto porque en 1904 la Editorial Salvat de Barcelona publicó el libro de Clemente Palma (1872) “Cuentos malévolos” con prólogo nada menos que de Miguel de Unamuno, amigo de su padre. En 1925 publicaría Clemente Palma “Cuentos malignos”, pero es por el primer libro por el que se le recuerda, especialmente debido a que introdujo las técnicas del cuento moderno en el Perú, bajo la influencia de Guy de Maupassant, Anton Chejov y Edgar Alan Poe. En realidad fue todo un precursor de la narrativa corta entre nosotros, aunque sus narraciones estuvieran alejadas de su paisaje y de su realidad, válidos para conjeturar la formación de una literatura nacional (imaginemos a James Joyce sin su Dublín, a Marcel Proust sin su París o a Chejov sin su Rusia). VER ARTÍCULOen-US
dc.description.abstractEste artículo presenta un panorama algo apretado del desarrollo del cuento en el Perú. De ninguna manera se trata de una visión crítica. Si existen algunas omisiones se deben a la precariedad de la biblioteca del autor, y jamás a cancelaciones de capilla, tan afines a ciertos analistas literarios. Igualmente ha de suceder con algunas nominaciones, tal vez producto de determinada afinidad hacia el narrador. La literatura jamás está exenta de pasiones. Y el cuento ha sido una pasión vívida entre los lectores peruanos del siglo fenecido y que tan bien han testimoniado los cuentistas del Perú del siglo XX. Volteemos la página del almanaque.Tengo entre mis manos la edición Nº 4 de la publicación quincenal ilustrada La Novela Peruana del 2/3/23, donde aparecen dos cuentos largos de Abraham Valdelomar (1888) “El Caballero Carmelo” y “El camino hacia el sol”, con los cuales se inicia prácticamente el camino del cuento peruano no solo del siglo XX, sino que se convierte en el primer hito de este género literario de carácter verdaderamente nacional. No me refiero, por supuesto, a la edición citada; lo que deseo es dejar sentado, desde un principio, que este recuento obedece a un deseo --poco pudoroso-- de exponer mis propias lecturas cuentísticas en público. Fallecido en 1919, a los 31 años de edad, Valdelomar fue indudablemente, reiteramos, el iniciador del cuento moderno en el Perú.Decimos esto porque en 1904 la Editorial Salvat de Barcelona publicó el libro de Clemente Palma (1872) “Cuentos malévolos” con prólogo nada menos que de Miguel de Unamuno, amigo de su padre. En 1925 publicaría Clemente Palma “Cuentos malignos”, pero es por el primer libro por el que se le recuerda, especialmente debido a que introdujo las técnicas del cuento moderno en el Perú, bajo la influencia de Guy de Maupassant, Anton Chejov y Edgar Alan Poe. En realidad fue todo un precursor de la narrativa corta entre nosotros, aunque sus narraciones estuvieran alejadas de su paisaje y de su realidad, válidos para conjeturar la formación de una literatura nacional (imaginemos a James Joyce sin su Dublín, a Marcel Proust sin su París o a Chejov sin su Rusia). VER ARTÍCULOes-ES
dc.formatapplication/pdf
dc.formattext/html
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dc.languagespa
dc.publisherUniversidad Nacional Federico Villarreales-ES
dc.relationhttps://revistas.unfv.edu.pe/RCV/article/view/39/39
dc.relationhttps://revistas.unfv.edu.pe/RCV/article/view/39/1206
dc.relationhttps://revistas.unfv.edu.pe/RCV/article/view/39/1207
dc.relationhttps://revistas.unfv.edu.pe/RCV/article/view/39/2002
dc.relation.ispartofurn:issn:2311-2212es-ES
dc.relation.urihttps://revistas.unfv.edu.pe/RCV/article/view/39
dc.rightsinfo:eu-repo/semantics/openAccesses-ES
dc.rights.urihttps://creativecommons.org/licenses/by/4.0es-ES
dc.sourceCátedra Villarreal; Vol. 2 No. 2 (2014): Cátedra Villarrealen-US
dc.sourceCátedra Villarreal; Vol. 2 Núm. 2 (2014): Cátedra Villarreales-ES
dc.source2311-2212
dc.source2310-4767
dc.titleUn siglo de puro cuento en el Perú: Una pasión desbordante de imaginaciónen-US
dc.typeinfo:eu-repo/semantics/article
dc.identifier.doihttps://doi.org/10.24039/cv20142239es-ES
dc.type.versioninfo:eu-repo/semantics/publishedVersiones-ES


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